La vida es cíclica. Se ordena y se desordena por etapas.
Creemos que lo que vivimos ahora es para siempre, y probablemente en unos meses o años todo se estabilizará, o se formará el caos, para volver a calmarse la vida tras la tormenta. Y así sucesivamente hasta nuestro final.
Lo mismo pasa con la salud, con el trabajo, con las personas. Pasamos épocas de euforia, seguidas de desidia y decepción. Nos alejamos de seres queridos y en otra etapa vital o emocional, nos volvemos a acercar. Es importante entender que no todos somos aptos para ser los acompañantes de ciertas personas en ciertos momentos. Y está bien así.
Dice una amiga que cada vez que recibe el correo con mi nuevo relato, prepara el ambiente para leerme tranquilamente y, de mi escritura entre líneas, sabe en qué estado de ánimo estoy en esa semana. Apasionante.
Escribir en domingo por la tarde era impensable desde que nació mi hijo. Hasta que ha cumplido tres años y medio y los fines de semana ya no duerme siesta, en su lugar, ve un ratito la televisión, algo que sé que es impopular y no recomendable, me hago cargo, pero mi culpa y mi auto exigencia han salido a pasear un ratito y mientras él se ríe con La Patrulla Canina o con Groovy el Marciano yo soy libre para leer y escribir sin interrupciones cada minuto. ¿No es bonita la vida?
¿Qué he leído últimamente?
- Ángulo de reposo, de Wallace Stegner.
Premio Pulitzer de 1972. Qué historia la de Susan Burling Ward y su traslado al Oeste americano de finales del siglo XIX para seguir siendo artista mientras su marido buscaba minas, canales y construcciones para ser un ingeniero de provecho. Nos deja frases tan maravillosas como estas:
o “Su reloj tenía puesta la hora de los pioneros. Acudía a trenes que todavía no han llegado, esperaba en andenes aún no construidos, junto a las vías todavía sin tender”. “Como muchos otros pioneros del Oeste, había oído sonar el reloj de la historia, pero había contado mal las campanadas. La esperanza siempre iba por delante de los hechos, lo posible oscurecía los contornos de la realidad”.
o “Ninguna vida pasa tan veloz como una vida sin acontecimientos, ningún reloj gira como el reloj cuyos días son todos iguales.
o “Todas tenían un tipo parecido de experiencia en general: todas contaban la misma historia de nostalgia, del regreso, y, ay, del extraño cambio que hacía que lo antiguo nos pareciese nuevo y desconocido”. “Nosotras no nos olvidamos, pero ellos no tendrán sitio para nosotras cuando regresemos”. “Tenemos que resignarnos, porque todo lo que dejamos atrás ya nunca volverá a ser nuestro”.
- La sociedad del cansancio, de Byung-Chul Han.
Un pequeño libro que constituye una reflexión filosófica sobre la sociedad actual e invita al debate con frases como esta.
o “Lo que causa la depresión por agotamiento no es el imperativo de pertenecerse solo a sí mismo, sino la presión para rendir”.
o “El hombre depresivo es aquel animal laborans que se explota a sí mismo, y que encima lo hace voluntariamente, sin que otros lo obliguen”.
o “El exceso de trabajo y de rendimiento se intensifica hasta convertirse en autoexplotación, que es más eficaz que la explotación externa, porque conlleva una sensación de libertad”.
o “Hay que aprender a no reaccionar enseguida a un estímulo, … revitalización de la vida contemplativa, que no consiste en acatar pasivamente ni en decir que sí a todo lo que nos sobreviene y acontece, sino en saber oponer resistencia a la agobiante avalancha de estímulos”.
o “Nunca se es más activo que cuando no se hace nada; nunca se está menos solo que cuando se está consigo mismo”.
Un abrazo enorme y feliz semana,
Rocío
Bah, pasa de los comentarios sobre niños y tele. 🫂 Att: madre veterana
No soy madre, pero un poco de televisión parece estar bien. Mis padres nos dejaron verlo, fue antes de Internet, por supuesto... mi madre nos dejó verlo estaba haciendo la cena... todo bien. Yo mismo no veo mucha televisión, pero estoy tomando mis clases de español a través de la aplicación LingoPie. Tengo un tutor en persona via Zoom, pero veo televisión y películas en español y usamos los programas para repasar las diferencias gramaticales y lingüísticas entre países, y para tener algo de qué hablar.
Uno de los programas que he estado disfrutando es una caricatura, un programa australiano doblado al español, llamado “Kitty is not a Cat”, “kitty no es un gato”. Sobre una niña que se muda a una casa llena de gatos musicales y artísticos. Me encanta, y estoy triste porque solo tengo acceso a la primera temporada, ya que hay más temporadas que vinieron después. De todos modos, eso es lo que estoy viendo en “la televisión”, aunque en la televisión en línea.
En cuanto a los libros que estás leyendo, ¡gracias por compartirlos! Comentarios interesantes para reflexionar.